Cómo cortar el queso manchego, ¡La técnica perfecta!

La variedad de quesos que hay es infinita, así como los sabores. Pues, claro está, no es igual el sabor y aroma de un queso manchego que el de un queso brie, por ejemplo. De hecho, ni siquiera se cortan igual. ¿No sabes cómo cortar el queso manchego? ¡Deja que te demos un cursillo avanzado!
Cómo cortar el queso manchego
Ha llegado el momento de explicarte la técnica perfecta para cortar el queso manchego. ¡Toma nota de los pasos que debes seguir!
- Coloca el queso, ya sea la bola entera o una cuña, sobre una tabla de cortar.
- Antes de realizar el corte, moja el cuchillo con agua caliente y sécalo con un paño. Si cortas el queso con el filo frío, se te romperá y no conseguirás láminas perfectas.
- Realiza un corte angular con vértice en el centro geométrico de la pieza, cortando así varios triángulos, intentando que el grosor sea igual en todas las láminas.
Hay quien dice que la mejor forma de disfrutar de este queso es cortándolo en forma de palito. Si es como lo quieres servir, corta los trozos de triángulo un poco más gruesos, retírales la punta y la corta, y divide el triángulo en tres palitos.
¿Cuál es el mejor cuchillo para cortar el queso manchego?
Al contrario de un brie o feta, el corte del queso manchego debe ser preciso, pues su corteza es dura, y la pasta es firme y compacta.
Por esta razón el cuchillo ideal debe ser de un solo filo y con la punta redondeada. Nada de utilizar un cuchillo de sierra, o el cuchillo que utilizas normalmente para cortar la carne. Además, es importante que cuente con un buen mango, para que puedas sujetarlo con firmeza.
Aparte necesitarás una tabla para cortar, si puede ser de quesos, y una fiambrera para ir almacenando los trozos.

Presentando el queso manchego
Ya tienes el queso manchego cortado, ahora solo hay que servirlo. Pero, ¿cuál es la mejor forma de presentarlo?
Servir un plato solo con este queso quedaría un poco triste, por lo que te aconsejamos acompañarlo de unos palitos de pan, unas almendras o un poco de jamón en el centro, con el queso redondeándolo. En cambio, si tu idea es hacer una tabla de quesos, elige quesos más suaves, para que el manchego sea el principal protagonista del plato, como, por ejemplo, un queso blanco o uno de cabra suave.
¿Es para un aperitivo? En ese caso córtalo en pequeños cuadrados, acompañado de unos palitos de pan. A su lado puedes poner un cuenco con un poco de mermelada de tomate, aunque también queda genial con sabor de frambuesa, arándonos o melocotón.